A la naturalidad se la llama el camino.El camino no tiene nombre ni forma;es simplemente la esencia, simplemente el espiritu primordial.
Taoísmo. Primeros desarrollos
Introducción
Evolución
Lao Zi
Zhuang Zi
Conceptos: Tao, Te, wuwei
Introducción.
El taoísmo es un movimiento muy amplio y poco homogéneo, no es una doctrina como tal, ni un sistema de creencias, sino que es algo más parecido a una experiencia personal. Es una forma de vivir y de entender el mundo, alejado de la sistematización y de los dogmas, lo que originó numerosas tendencias. Fue el historiador Sima Tan (o Sima Qian) en el siglo -I, quien agrupó todas estas tendencias bajo el nombre de "escuela taoísta", en su obra "Memorias históricas".
Las fuentes del taoísmo se remontan a los primeros desarrollos de la antigua cultura china, alrededor del río Amarillo, por esto la importancia de las metáforas del agua, de la corriente y del curso natural de las cosas en sus ideas.
Desde sus comienzos se pueden distinguir un taoísmo filosófico de un taoísmo místico o chamanista, mas tarde y muy diferente de estos, un taoísmo religioso y ritual.
Los orígenes de taoísmo místico no se conocen con exactitud, la tradición se remonta hasta el mítico Emperador Amarillo (Huang di), por eso se conocía como escuela de Huang-Lao. En sus orígenes aparecen una mezcla de adivinos, archivistas y "hombres de técnicas" conocidos como "fangshi", que se dedicaban a la adivinación, la meditación, los viajes extáticos y a la búsqueda de la longevidad y de la inmortalidad, mediante técnicas fisiológicas y ejercicios corporales. Este taoísmo reapareció con fuerza en varias ocasiones posteriormente, en los siglos I y II. Si bien hay que señalar que la inmortalidad no se refiere a un alma inmortal, al estilo occidental, sino al control de la tendencia del cuerpo a la decadencia y a la descomposición, mediante la alquimia se buscaban fármacos para prolongar la vida.
El taoísmo filosófico se desarrolló a partir del siglo -IV, durante la época de los Reinos Combatientes, que fueron unos tiempos de incertidumbres y crisis, donde los sabios buscaban soluciones individuales con un reducido número de discípulos, esto ocasionó la aparición de numerosas escuelas, pero todas ellas con ciertas raíces metafísicas y con un escepticismo radical respecto a la posibilidad de alcanzar un conocimiento profundo respecto de la realidad, debido al continuo cambio inherente al Tao.
Como precursores se suelen nombrar a Yang Zhu y Lao dan. Sin embargo el taoísmo filosófico que nos ha llegado está unido a dos nombres que son considerados como los fundadores de este movimiento, los irónicos maestros Lao Zi y Zhuang Zi y a tres textos: el Laozi o Dao De Jing (conocido también como Tao Te Ching), el Zhuangzi y el Liehzi. Las principales ideas taoístas giran en torno a tres conceptos fundamentales para ellos: el Tao, de difícil traducción, pero con un significado parecido a camino, vía, flujo o curso, el Te, con dos significados aproximados de virtud y eficiencia, y por último Wuwei, la no-acción.
El taoísmo a diferencia del confucianismo o del moísmo no tuvo una sistematización, ni unas normas que fueran seguidos por todos y ambos movimientos fueron rechazados por los taoístas.
Los taoístas no buscaban arreglar la situación social, vivían alejados de los asuntos políticos, despreciando las costumbres, el afán de lucro y el poder, defendiendo la libertad individual y buscando los caminos de la felicidad interior. Esta forma de pensar tiene muchos puntos en común con la de sus colegas griegos de la época, cínicos escépticos y epicúreos.
Los taoístas mostraban un cierto talante cercano a un anarquismo individualista, ya que no reconocían a ningún estado y consideraban negativo cualquier autoridad social. Respecto de la muerte pensaban que no hay porque preocuparse, pues nacimiento y muerte son dos momentos de la continua transformación del universo, simplemente ocurre que nuestra materia recibe una nueva forma.
El taoísmo influyó notablemente en otras ideas, pero sobre todo en el budismo chino y particularmente en la corriente de meditación chan, más conocida en occidente en su parte japonesa, el budismo zen.
El canon taoísta (daozang) El canon taoísta es un conjunto muy amplio de documentos sobre cuestiones taoístas, recopilados a lo largo del tiempo. Fiel al estilo taoísta, este repertorio no sigue un orden ni un detalle sistemático, y lo mismo incluye textos de filósofos, pero también de medicina, de alquimia, de geografía, de moral o de literatura. Hay que añadir otra dificultad y es que los escritos taoístas carecen de fecha u otras indicaciones para poder datar el escrito, y en la mayor parte de los casos tampoco se sabe quien fue el autor. Y es que para los taoístas, lo realmente importante es lo que se dice.
Se compone aproximadamente de 1200 documentos y fue xilografiado por primera vez en 1445, después hubo varias reediciones y actualmente el más completo se conserva en un templo en Pekín.
Evolución del taoísmo.
El taoísmo tuvo varias fases diferenciadas:
Reinos Combatientes (-453 a -222) Fue el periodo fundacional del taoísmo filosófico, sus principales pensadores: Lao zi y Zhuang Zi.
Dinastía Han (-206 a +220). Fue la época del sincretismo y de reunificación del saber anterior disperso: Escuela Huang Lao, elaboración del libro conocido como Huainan zi.
Comienzo del taoísmo religioso con dos movimientos: el de "los turbantes amarillos" y el de "las cinco medidas de arroz", que posteriormente se cambió de nombre por el de "maestros celestes". Introducción del budismo desde la India, en el siglo I.
Auge del taoísmo místico (220 a 581). La escuela del misterio (Xuanxue) cuyos principales representantes fueron Wang Bi y Guo Xiang.
Otras corrientes que buscaban la inmortalidad, el rejuvenecimiento o la metamorfosis mediante un conjunto de prácticas fisiológicas y curativas, que ya eran corrientes en la antigüedad. Ge Hong es el representante más conocido de estas tendencias. La escuela de Shangqing, cuya enseñanza principal eran los viajes mentales sin salir de la habitación.
Dinastía Tang (618 a 907). A partir de este periodo el confucionismo monopoliza la ideología oficial y el taoísmo va siendo cada vez más minoritario.
Lao Zi.
Lao Zi (Lao Tse) y Zhuan zi (Chuang Tzu) son los fundadores del taoísmo filosófico en la forma que nos ha llegado, pero esto no fue así en su época. Suelen ser considerados habitualmente, junto con Confucio, como los mayores sabios de China, aunque poco se sabe con exactitud sobre su vida.
Según las "Memorias Históricas" de Sima Qian, Lao Zi, el “viejo maestro”, se llamaba Li Er o Li Dan y trabajó en los archivos imperiales de los Zhou como astrónomo. Fue contemporáneo de Confucio. Desanimado por la decadencia de la época (Reinos Combatientes) decidió partir hacia el oeste en un buey negro. El guardia de la frontera le pidió que le dejara escrito algo de su sabiduría, y haciendo caso al encargo, escribió el libro que lleva su nombre Laozi, más tarde conocido por el título Daodejing, (Tao Te ching), es decir, el libro del Tao y de la Virtud, después Lao Zi desapareció al otro lado de la frontera, puede considerarse, por tanto, como una especie de testamento de su pensamiento.
El Laozi o Daodejing.
El Laozi es el texto más importante del taoísmo filosófico. Fue escrito aproximadamente entre los siglos -IV y -III, en un estilo poético, compuesto por breves máximas y proviene en gran parte de tradiciones orales más antiguas.
Los primeros comentaristas fueron Heshang Gong y Wang Bi (226-249) y en concreto la versión de Wang Bi ha pasado a ser clásica y la más extendida. Sin embargo, recientemente se han encontrados ejemplares más antiguos.
En 1.973 en las excavaciones de Mawangdui, cerca de Changsha, en la tumba número 3 se encontraron varios libros escritos en seda, entre ellos dos copias del Laozi, datados alrededor del -200. Lo peculiar es que siguen un orden diferente del habitual, primero está el libro del Te y después el libro del Tao.
En 1.993 se encontró en el yacimiento arqueológico de Guodian cerca de Jingmen, importante material escrito en el interior de la tumba número 1. Escritos en tablillas de bambú, contienen textos taoístas y confucianos.
El Laozi de Guodian, es el más antiguo y el más corto, se compone de tres partes, denominadas A, B y C por los editores chinos. La parte C, contiene un trozo del Laozi, y 3 fragmentos hasta entonces inéditos conocidos como “Tai yi sheng shui”, principalmente sobre cuestiones cosmológicas. Se estima escrito alrededor del -300.
Tradicionalmente el libro se divide en dos partes: libro del camino (Tao) y libro de la virtud (De), aunque esta traducción al castellano no refleja bien el sentido original, sobre todo virtud, que no se corresponde con que se entiende en occidente, tiene un sentido más parecido al que le hemos dado a un término griego como areté. Tao significa flujo, camino, curso, guía de comportamiento y el libro pretende ser un camino de transformación interior, de liberación.
Tiene un carácter trasgresor y revolucionario contra el confucianismo tradicional. El contenido del libro es bastante enigmático y a pesar de las numerosas traducciones e interpretaciones que se han hecho en occidente, el libro sigue manteniendo un carácter oscuro. De las numerosas traducciones al castellano...
Para Lao zi el Tao es el fundamento de todas las cosas y tiene la mayor importancia, pero es un concepto escurridizo. El libro comienza advirtiendo que "el Tao del que se puede hablar no es el Tao verdadero, el nombre que puede nombrarlo no es el nombre verdadero" (Laozi, 1). Para los taoístas el lenguaje no es adecuado para explicar lo que pretenden.
Como en la escuela cosmológica del Yin y Yang y probablemente influidos por el I Ching, todo funciona a base de opuestos, "existencia y no-existencia se engendran mutuamente" (Laozi, 2) o según otra traducción "el ser y la nada se generan uno a otro".
Los opuestos son complementarios, se trata de una oposición dinámica, por tanto, una afirmación implica también su negación, por eso preferir una opción en detrimento de su contraria es no entender como funcionan las cosas.
Otros conceptos fundamentales son el de vacío y el de no-acción (wuwei), en el sentido de que no se debe interferir en las cosas, sino dejarse llevar por el curso natural del suceder. "No hagas nada y nada dejará de hacerse" (Laozi, 37).
La expontaneidad (ziran). Lao Zi rechaza el conocimiento e insiste en la experiencia espontánea
La cosmología del Daodejing tuvo una notable influencia también en otras escuelas. El Tao es anterior y posterior a lo demás y engendra todas las cosas, estas oposiciones no son tal, sino aspectos distintos del Tao, que lo inunda todo.
Tiene un aspecto cosmológico de movimiento y transformación según la no acción, es decir, espontáneamente conforme a la naturaleza del Tao, que lo engendra todo: del uno a los diez mil seres. "El Tao engendra el uno, uno engendra dos, dos engendra tres, tres los diez seres". (Laozi, 42). El Tao engendra el soplo original, uno, pero este uno por su propio dinamismo genera la dualidad de Yin Yang.El Tao es la unidad, los diez mil seres, la multiplicidad.
El Laozi no enseña nada, no revela nada, solo muestra como suceden las cosas por si mismas, de forma natural.
Zhuang Zi.
Zhuang Zhou o Zhuang Zi o Chuang Tzu (maestro Zhuang) vivió en el siglo -VI, y es el autor de un libro, que como era común en la época lleva su nombre "el Zhuangzi", convertido ya en un clásico del taoísmo.
Se sabe muy poco de su vida, rehusó cargos en la administración estatal y fiel al taoísmo prefirió vivir alejado de los asuntos públicos y dedicarse a la filosofía y a la poesía. Fue amigo de Hui Si, maestro de la “Escuela de los Nombres”, de quien aprendió la terminología de esta escuela y en su libro reproduce varios diálogos entre ellos. De su libro se deduce que su ideal de vida es la plena libertad individual.
El Zhuangzi.
El Zhuangzi tal como nos ha llegado consta de 33 capítulos, que se corresponden con el comentario de Guo Xiang y está dividido en tres partes: los Capítulos Interiores, constan de 7 capítulos, los Capítulos exteriores, de 15 y los capítulos varios de 11.
Solo los Capítulos Interiores se atribuyen tradicionalmente a Zhuang Zi, el resto se suponen escritos por sus seguidores y recopilados posteriormente.
Los siete primeros capítulos exponen los temas predilectos de Zhuang Zi: individualismo, relativismo, escepticismo y otras reflexiones sobre la sociedad y sobre la vida combinando humor, ironía con profundidad metafísica, influido por la visión cambiante del mundo que tenía, en general, la cultura china.
El libro está escrito con una riqueza literaria y poética, mezcla de diálogos, metáforas, comparaciones o paradojas, que buscan sorprender.
Al principio solo había la nada y no tenía nombre, de la nada se originó el uno, que tenía existencia pero carecía de forma, de ahí se originaron todos los seres.
Inadecuación del lenguaje e Inconmensurabilidad. Zhuang Zi desconfía del lenguaje por su carácter convencional y del pensamiento por no poder llegar al fondo de las cosas. Destaca los límites del lenguaje para captar la realidad y por tanto su capacidad para el conocimiento.
No es que los supuestos de los que se parte sean falsos o verdaderos, sino que son relativos, porque dependen del punto de vista de cada uno, por tanto no se puede tener certeza absoluta. En la mayor parte de los casos existe además una inconmensurabilidad entre puntos de vista, como refleja al comienzo de su libro: "El hongo que solo vive una mañana / desconoce el ciclo de la luna. / La cigarra de verano nada sabe / de primaveras ni de otoños." (Zhuang Zi, 1)
Todo es subjetivo, depende de la perspectiva de cada uno, por tanto, no hay más razones para afirmar una cosa que otra, es preferible abstenerse, no afirmar nada. Esta actitud recuerda a la indiferencia de los escépticos griegos.
Las perspectivas son múltiples y los valores cambian con ellas: "El pez que vive en una charca, nada puede saber del océano, está atado a su espacio. El insecto de verano nada sabe de los hielos del invierno, está atado al tiempo de su corta vida". (Zhuang Zi, 17)
Espontaneidad (ziran) como ausencia de objeto y de intencionalidad. Zhuang Zi apela a lo natural y lo espontáneo, esta espontaneidad consiste en adaptarse a las cosas y no imponerse a ellas, es como un espejo que refleja las cosas como son, sin más.
Sueño o realidad / Realidad contradictoria. Debido a la relatividad del lenguaje, no existe certeza en el conocimiento, y tampoco podemos distinguir la realidad del sueño. A este respecto es significativo uno de los pasajes más logrados y conocidos del libro, el del sueño de la mariposa:
"Una noche, Zhuang Zhou soñó que era una mariposa, revoloteando feliz y contenta de serlo. Pero no sabía que era Zhou. De pronto, Zhuang Zhou se despertó sorprendido de ser él mismo. Ya no sabía si era una mariposa que soñaba ser Zhuang Zhou o Zhuang Zhou que soñaba ser una mariposa. Entre mariposa y Zhuang Zhou hay una diferencia. Eso es lo que se llama transmutación de los seres" (Zhuang Zi, 2)
No podemos saber si lo que uno cree es conocimiento o ignorancia, porque no podemos saber si estamos en la realidad o en un sueño.
La importancia de desaprender. Para entrar en la corriente del Tao hay que olvidarse de todo lo aprendido, actuar de una manera espontánea y natural que se adapta a las situaciones. "La palabra sirve para expresar la idea. Comprendida la idea olvídate de la palabra. ¿Cómo podría yo encontrarme con un hombre que haya olvidado las palabras para poder hablar con él?". (Zhuang Zi, 26)
El Santo. Zhuang Zi introduce la figura del Santo (zhenren), importante en la tradición posterior. El Santo, a veces también se le denomina Gran Sabio, es un paso más allá del sabio (xianren) El santo es un espíritu libre en perfecta armonía consigo mismo y con todo, se funde con el Tao y deja que su vida suceda libremente.
Relación de Zuang Zi con las prácticas de los místicos. En algunos pasajes de su libro, Zhuang Zi habla de ciertas técnicas tanto de meditación como fisiológicas y también hace alusión a la búsqueda de la longevidad.
Para llegar al Tao hay que cerrarse al mundo de los sentidos mediante la concentración y la meditación. Estas técnicas serán usadas posteriormente en algunas prácticas de longevidad, concentrando y dispersando el Soplo Vital (Qi).
Conceptos: Tao, Te, wuwei
Tao
El pensamiento taoísta gira en torno a la idea de Tao, sin embargo es una idea extremadamente difícil de definir y más aún de trasmitir, por tanto, todo lo que se puede decir aquí es un mero intento, una aproximación. Ya se nos advierte claramente en el primer capítulo del libro del Tao: “el Tao del que se puede hablar, no es el Tao verdadero”.
El concepto de Tao era bastante común en el pensamiento chino, pero cada escuela le daba su propia interpretación y su propia importancia. En el caso del taoísmo se convirtió en su idea fundamental. Se pueden distinguir varios significados: como realidad metafísica, como una ley natural, como un modelo de vida, como el curso de las cosas.
El término Tao, como en cierta manera también el hinduista Dharma o el griego Logos, tiene un sentido de camino o curso, pero también de lo indeterminado e inaprensible, tiene mucho que ver también con lo vacío, lo que puede contener. Se suele traducir como camino, vía, flujo, curso, con un sentido de proceso. También trasmite la idea de órbita, es decir, el camino de los astros, y es que el Tao lo acapara todo, en la tierra, pero también en el cielo, de claras resonancias confucianas.
El Tao no es un concepto exclusivo de los taoístas, sino que pertenece al fondo común del pensamiento chino antiguo, también lo utilizan confucianos o moístas, aunque con intenciones diferentes, más cercanas a la moral.
El Tao es inaccesible a los sentidos, pero también al entendimiento, es inefable, no tiene nombre, aunque esto no ha impedido que muchos comentaristas lo hayan intentado, algunos con amplio reconocimiento como Wang Bi o Heshang Gong.
Te (virtud)
El Tao se realiza a través del Te, “el Tao los engendra, el Te los alimenta…”. Se traduce habitualmente por virtud, aunque también tiene relación con eficiencia (del Tao), con conducta virtuosa, también como modo de actuar. Se podría decir que el Te es lo que particulariza el Tao en los seres.
Wuwei
Se puede traducir por no-actuar. Es una característica del tao, que no actúa pero nada queda sin hacer. Hacer no haciendo, como un retorno a la acción espontánea. “No hacer nada, y nada quedará sin hecerse”.
Hay que dejar que el Tao actúe por sí solo, dejar seguir el curso natural y espontáneo de las cosas. Cuando la acción sigue el curso de las cosas sin tratar de imponerse, eso es lo natural, lo que se adapta a la naturaleza.
No se trata de no hacer nada, de la inacción total, sino una tranquila no intervención en el curso de los acontecimientos, de espontaneidad, de ausencia de intencionalidad.
No es una mera pasividad, sino un no actuar en el curso de los acontecimientos, no interferir y respetar el orden natural. La no-acción no es el desinterés por el mundo, sino que se trata de dejar que las cosas sucedan naturalmente, por sí mismas y evitar la acción que no sea espontánea.
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