Son muchos héroes y próceres los que han escrito con sus vidas la Historia de China. Queremos aprovechar este espacio para destacar a uno de ellos que, por su fidelidad y valor, ha sido inolvidable. Éste es el General Invencible.
El general invencible
Alrededor del año 200 d.C, en la zona de Chang Ban Po, hubo una terrible e injusta guerra. Allí se enfrentaron las fuerzas de un ministro que había usurpado el poder imperial contra el pequeño ejército del tío del joven emperador depuesto, quien buscaba restituir el orden. El ejército del usurpador venía del norte y contaba con millones de soldados, mientras que las fuerzas del tío del emperador eran solamente 30.000 soldados y alrededor de 100.000 civiles comprometidos con la causa. Fue una masacre. El campo de batalla quedó cubierto de humo y cuerpos. Sólo se oían gritos de desesperación. El ejército del norte arrasó con todo en un radio de más de 10 kilómetros a la redonda, dando caza salvajemente a todos los que trataban de resistir.
En ese terrible escenario de batalla se destacaba alguien que, en vez de huir, era el único que avanzaba en la dirección contraria, arremetiendo contra las invencibles fuerzas que bajaban desde el norte. Era un joven decidido y calmo, vestido con armadura y casco plateados. Iba montado en un caballo blanco, con una capa blanca sobre los hombros y blandiendo una lanza plateada con la que derribaba a todos los que se le enfrentaban. En cuanto alcanzaba un claro en la interminable batalla, llamaba a gritos a la esposa de su señor, que se encontraba perdida junto a su hijo. El amo a quien respondía este valiente joven era el tío del emperador.
Así entró y salió seis veces del campo enemigo. Su capa y su armadura se cubrieron de polvo y sangre, estaba agotado, sin embargo se enderezó y arremetió con su lanza una vez más.
Ya estaba declinando ese interminable día de batalla y en su mente sólo prevalecía la idea de rescatar a la mujer y al niño. Ya no pensaba en su propia vida, sólo quería recuperar al único heredero de su señor y a su madre. En una vida de guerras, el pequeño y la mujer significaban todo para su amo.
El joven respetaba profundamente a su señor, ya que era un amo justo y bueno que amaba a los demás como a sí mismo. Era un hombre de la más alta nobleza imperial. El joven guerrero se entrega con absoluta fidelidad a defender su causa y confiaba en que él pudiera recomponer la difícil situación política del país. Por eso trataba desesperadamente de cumplir la misión que se había impuesto: rescatar sanos y salvos a la mujer y al niño. Ya no pensaba en nada, era solamente una lanza y un caballo contra el múltiple enemigo.
Fue un milagro. En la séptima arremetida los encontró y pudo llevarse al niño, no así a la mujer que, gravemente herida, prefirió asegurar la supervivencia de su hijo y se quitó la vida para que no la tuviera que cargar. En esa última entrada, además, el joven aniquiló a varios generales de alto rango y les arrebató una espada que representaba el más alto poder. Luego regresó con el pequeño escondido dentro de su armadura.
¿Quién es este increíble héroe? Se trata del General-Tigre (el más alto rango dentro de los generales) de Shu Han. Su nombre es Zhao Zi Long y fue un hombre íntegro y recto todo a lo largo de su vida. Combatió en guerras más de 100 veces y se lo conoció como El General Invencible.
Su arte marcial fue la lucha con lanza, y se destacó por utilizar la técnica del movimiento en forma de cruz.
Mover la lanza en forma de cruz
Esta técnica de lanza llegó a mì a través de mi abuelo de práctica, que fue guardaespaldas del emperador y para quien Zhao Zi Long era el referente más querido y respetado dentro de las artes marciales. De él yo he aprendido los fundamentos de esta práctica.
Dentro de la jerarquía de las armas, la lanza es el general. El movimiento en forma de cruz permite defender y atacar al mismo tiempo con la mayor fuerza e intensidad posibles, sin darle tiempo al rival para que se recupere. Al mismo tiempo, la cruz representa un eje vertical que viene del cielo y se relaciona con la fidelidad, y un eje horizontal y terrestre que se relaciona con el valor. Este sentido moral es el más importante a la hora de aprender esta técnica, ya que es una forma de recordar y homenajear las virtudes que caracterizaron al General Invencible.
Se trata, obviamente, de incorporar la técnica a través del movimiento en forma de cruz, pero, sobre todo, de hacer honor a la rectitud de este gran héroe, cultivando estos dos ejes: la fidelidad y el valor, y transmitiendo de este modo su legado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario