El Qigong (氣功)(chikung),
agrupa multitud de técnicas corporales energéticas provenientes de la más
antigua tradición china. Su principal orientación es el mantenimiento y
desarrollo de la salud, permitiendo también una aproximación a los valores
filosóficos y espirituales que aportan el Taoísmo, el Budismo y las artes
marciales chinas de los que se nutre.
El Qigong incluye
movimiento corporal moderado y ejercicios de educación respiratoria, además de
estiramientos y auto-masajes que ayudan a la prevención de dolencias y el
mejoramiento personal. El Qigong es especialmente popular entre las personas
mediana edad y entre las personas mayores; debido a lo asequible de su práctica
en comparación con otras técnicas corporales cercanas más complejas
técnicamente como el Taijiquan; así como por los resultados que se obtienen,
objetivamente más rápidos. El valor preventivo y terapéutico del Qigong
proviene de los efectos beneficiosos que tiene sobre los órganos, las vísceras,
la circulación sanguínea, etc. a través de la regulación energética general que
los ejercicios proporcionan tan solo siguiendo sus principios básicos,
sencillos y asequibles.
Así, el Qigong puede
ser beneficioso en diferentes aspectos y aplicaciones:
- El Qigong desvela la naturaleza del ser
humano,
le aproxima a su conocimiento global. - Es beneficioso en el campo de la
educación y en el deportivo, debido a sus posibilidades de desarrollar la
psicomotricidad tanto en niños como en adultos, reforzando las capacidades
motrices, la conciencia y la percepción personal.
- En el campo psíquico, ayuda a encontrar
el centro y el equilibrio emocional, la serenidad interior y la unidad
cuerpo-espíritu, reforzando también la voluntad.
- Mejora la forma física y eliminando los
síntomas del estrés.
- Para los artistas (las artes escénicas,
actores, bailarines, etc.), una formación profesional de Qi gong ofrece
fuente incomparable de conocimiento de uno mismo y de la relación del
cuerpo con expresión en el espacio.
- En el campo de la prevención de
innumerables enfermedades y dolencias ligadas a los riesgos
cardiovasculares y respiratorios, los estructurales, reumáticos,
neurológicos y del mantenimiento de la calidad de vida de las personas
mayores.
